Existen pocas cosas que pueden expresar unidad grupal, integridad y orgullo como entrar a una oficina en donde todos desde el más bajo puesto hasta el directivo estén usando una prenda en común, esta es sin duda, una experiencia muy singular y particular en una empresa, que sorprendentemente se puede lograr al vestir o portar un elemento que dé uniformidad a un grupo de personas. Sin embargo, en la práctica, la forma de poder utilizar uniformes, es tan vieja como la misma humanidad.
Es claro que se pueden encontrar muchos tipos de prendas que son parte de un uniforme, sin embargo, la historia de este ritual es mucho más fascinante, sobre todo por lo que puede llegar a revelar de nosotros mismos como seres humanos. El uniforme responde a nuestra necesidad de ser sociales, son recursos completamente básicos que expresan de la manera más visual y obvia, que más que individuos somos parte de un colectivo de personas.
En Bordajal, hemos podido ser testigos de cómo esta práctica se ha ido extendiendo alrededor del planeta. Existen muchas compañías que son trasnacionales y que tienen oficinas en distintas partes del mundo, hacer que los integrantes de estas empresas se pudieran sentir como parte de un mismo esfuerzo hubiera sido difícil, si no fuera por el hecho de que todos se visten de una manera parecida, ¿cómo hubieran logrado el significado de pertenencia sin prendas que los uniformaran?
En otras palabras, hoy en día, un uniforme se encuentran atravesando contextos, culturas y lenguajes. Cualquier empresa que desee posicionar sus actividades en un modelo de actividades comerciales como el actual, dentro de un círculo tan específico como se quiera y de un modo más legítimo y potente, necesitará de prendas especiales para sus trabajadores. El hecho de tenerlos uniformados le da una confianza al consumidor final. Sin embargo, es importante saber de dónde vino esta práctica para comprenderla mejor.
Origen de la palabra
La palabra uniforme viene del latín uniformis, que quiere decir “unidad de forma”. Es por esta la razón que dicha palabra se ha extendido más allá del género, vestimenta para lidiar con cuestiones estéticas, así como sociales. Es una de las palabras que más se usan en nuestro vocabulario. Según la leyenda, en la antigua milicia romana ya se podían contar con ciertos sistemas estandarizados para las prendas que utilizaban los soldados.
Lo anterior se hizo posible porque el Imperio romano, estaba completamente distribuido alrededor de tres continentes diferentes: Europa, Asia, África. Los uniformes ayudaban a que los integrantes se pudieran identificar en terreno enemigo, durante una batalla o en general en ciudades que se encontraban lejos de la capital en la que se establecía el poder del imperio.
Después de los romanos, la práctica de vestir prendas similares se comenzó a transmitir a lo largo de la historia a través de grupos religiosos, cuerpos policiacos, así como de escuelas. Las instituciones más importantes lograron utilizarlas para fundar una cultura más allá del terreno del mando. Sin embargo, no fue sino hasta comienzos del siglo pasado, con la Revolución Industrial, que se pudo producir en masa cualquier prenda. Desde entonces hasta ahora, el uso de uniformes en los sectores industriales y empresariales se ha podido popularizar al grado de ser esencial para diferentes fines.
Seriedad y profesionalismo
Actualmente, el mundo ejecutivo está completamente lleno de prendas homogéneas que contribuyen a dar una imagen de seriedad, así como de profesionalismo. Existen empresas textiles cuya misión es poder fabricar y proporcionar vestimentas que sean ideales para ser usadas por cualquier persona. Ya sea que se encuentre laborando en diferentes tipos de empresas, así como en los distintos rangos que existen y áreas.
Por lo general, cuando se habla de un uniforme para el ámbito laboral, se relaciona inmediatamente a la prenda con espacios de carácter más industrial. Los clientes que tenemos en Bordajal, se encuentran muy preocupados porque sus prendas puedan reflejar el carácter de lo que hacen. Además de ser atractivo y funcional pues cuando a los empleados se les propone la idea de un uniforme. Por lo regular piensan que se les está quitando, de alguna manera, la individualidad. De ahí que Bordajal vaya un paso adelante para ofrecer diseños que todos quieran llevar como una prenda del diario.
Así pues, los modelos que trabaja Bordajal se encuentran a la par de una sastrería o lugar en donde se realicen trajes personalizados. Es cierto que los trajes se encuentran diseñados para ser usados por aquellas personas que trabajan dentro de las empresas ejecutivas, así también existen uniformes que se encuentran hechos para personas que trabajan en fábricas o tienen otro tipo de actividad que un ejecutivo.
Uniformes hechos a la medida
En otras palabras, cada uniforme ejecutivo está hecho a la medida y tomando en cuenta toda exigencia que llegan a tener aquellos que ocupan un alto rango o desempeñan labores que son directivas dentro de una compañía. En Bordajal sabemos esto y nos hemos dedicado a elaborar uniformes para ejecutivos, ofreciendo soluciones textiles de primera, ya que nuestro diseño tienen el objetivo de ser cómodo, elegante y ligero.
Cada prenda que se confecciona está pensada y hecha a través de un riguroso control de calidad. Tenemos muchos clientes que se encuentran convencidos y principalmente, satisfechos. Estás buscando una empresa que le pueda brindar el mejor uniforme para cada puesto dentro de su empresa, nosotros podemos ayudarle.
Es un placer para nosotros poder proveerle de cualquier tipo de producto que sea para su empresa, somos expertos en este tipo de productos. No se pierda la oportunidad de vestir a cada uno de sus colaboradores de su empresa a con un uniforme que sea fino y estético. En Bordajal estaremos gustosos de poderle atender en cualquier duda que tenga, somos una de las mejores opciones que existen en la república mexicana.